Por: Martín Bayona

Pablo Emilio Wilches Tumbia (13 de julio de 1955Pasca​) es un ciclista de ruta colombiano. Es el mayor de una familia de cuatro ciclistas profesionales; dos de sus hijos también son corredores profesionales. ​

Luego de la demostración de poderío de Pacho Rodríguez en la Dauphiné Libéré de 1984, este fue pretendido por el equipo ciclista Splendor para convertirse en profesional. Rodríguez aceptó con la condición de llevar a un compatriota con él, a Pablo Wilches. Con el equipo belga Splendor, participó en su primer Tour de Francia en 1984, terminando entre los diez primeros en dos etapas, con un tercer puesto en Crans-Montana​

Al año siguiente, 1985, retornó a Colombia para integrar el primer equipo profesional de su país, el Café de Colombia. En este equipo alcanza la 5º posición en la Dauphiné Libéré.

En 1987, regresa al Tour de Francia, como líder del equipo colombiano Postobón. Después de tomar más de 4 minutos a los favoritos en la 11º etapa, se clasifica 3º y posteriormente 4º en los pirineos. En la 14º se ubica en la 6º de la clasificación general. De allí en adelante se mantiene entre la 6º y 9º posición antes de abandonar la carrera durante 20º etapa​ Ese mismo año, Wilches triunfa en la Vuelta a Colombia​ y la Clásica de Boyacá.

Después de lograr cuatro podios de la clasificación general final de la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN, logra nuevamente el triunfo en la Vuelta a Colombia de 1991, victoria de la cual fue posteriormente despojado por dar positivo en el control antidopaje.

Hasta los 50 años siguió compitiendo en carreras de ciclismo, ganando la Vuelta a Colombia en la categoría Sénior Máster.

Actualmente es director deportivo de algún equipo durante los recorridos de la Vuelta a Colombia.

Con la historia de la familia Wilches fácilmente se podría hacer todo un documental. En la década de los 80´s cuatro hermanos hicieron de las suyas en el pelotón nacional de Colombia: Marco, Pablo, Gustavo y Ricardo, más conocidos como ”La Wilchería” corrieron por el Glorioso Manzana Postobon del 89. Dos décadas después Juan Pablo y Norberto, hijos de Pablo, continuaron dejando en alto el apellido Wilches corriendo por equipos de Bélgica, Italia y China. En 2016 y después de muchos esfuerzos por conseguir patrocinadores se consolida el “Team Wilches” con Pablo como directo técnico, 8 corredores Élites en cabeza de sus dos hijos y  sobrino Frank Fetecua Wilches. Pero por si fuera poco, desde ya el “Clan Familiar” preparan la tercera generación con 6 corredores de la categoría prejuvenil donde se destaca el nieto Pablo Alejandro y otros dos sobrinos: Carlos Andrés y  Carlos González Wilches.

Los 4 hermanos fueron el tema de crónicas y reportajes en la década de los 80´s. Su historia familiar ocupa un capítulo importante dentro del libro “The King of the Mountains” del periodista inglés Matt Rendel,  el cual hace un recuento sobre la Década Dorada del Ciclismo Colombiano.  Y es que nunca antes se había visto que 4 miembros de una misma familia corrieran juntos,  primero como rivales y luego para un mismo equipo.

El gestor de todo esto fue Pablo, el mayor de los 8 hermanos contagió a los otros 3 varones de la casa con la fiebre del ciclismo. Hoy en día con 60 años cumplidos sigue siendo figura y favorito en la categoría Senior Master donde aún compite.

El nombre de Pablo Wilches en el ciclismo colombiano inspira trayectoria pero sobre todo, respeto. Fue el hombre que derrotó a Lucho Herrar en la Vuelta Colombia del 87 y acabó con el invicto de 3 títulos seguidos del “jardinerito”, el mismo año en el que ganó la Vuelta España.

A los 20 años tomó la decisión más sabia pero a la vez más arriesgada de su vida, la familia Wilches creció en el campo en medio de cultivos de papá y vacas productoras de leche, en Facatativá, Cundinamarca – Colombia. Pablo ayudaba a sus padres y hermanos con la labor del campo y de 4 a 7pm entrenaba, un día el dueño de la finca le llamó la atención porque el no estaba contratado para ser ciclista, así que lo dejó todo y comenzó a trabajar por conseguir que le pagaran por pedalear.

Confiado y seguro de sus capacidades arriesgó todo. Vendió un marrano, el único bien preciado que tenía la familia en ese entonces, para comprarse una mejor bicicleta.  Se dedicó de lleno a entrenar y competir.  Sus padres y  hermanos eran la mayor motivación, debía trabajar duro para devolverles la tranquilidad que tenían antes de salir a conquistar el sueño de ser ciclista.

Sus entrenamientos aún hoy en día son increíbles de realizar, en una  misma jornada iba y volvía de Faca a Honda, más de 280kms,  la mitad del recorrido en  alta montaña y con vías a medio terminar.  Más de 10 horas encima de la bicicleta, esto lo llevó a crear una fortaleza física y mental única, de esta forma aprendió a dominar el dolor y superar cualquier crisis.

En carrera la gente lo empezó a llamar la “la bestia” no había rival con el que tuviera compasión, subía en plato grande, atacaba y partía en solitario sin dejar rastro. La primera oportunidad que tuvo de correr en el exterior fue en el Tour de Guadalupe en el 82, año en el que nació su hijo Juan Pablo.  En la primera etapa perdió 15 minutos y a pesar de eso Don Leonidas Herrera, una institución en del ciclismo de esta región, creyó en él.  Desde la segunda etapa empezó a remontar tiempo y posiciones,  de las 9 disputadas se llevó 3 victorias,  el día final en el pódium subió en 3 ocasiones a recibir la camiseta del Líder de la Regularidad, la Montaña y la General.  Después de esto se dio cuenta de que podía llegar aún más lejos.

En el 84 nació Norberto, su segundo hijo, la segunda generación Wilches creció en una familia poco convencional donde los hombres de la casa eran ciclistas y las mujeres el estandarte del hogar.  El apoyo de mamá, hermanas y esposas siempre fue vital no sólo para los corredores sino para los hijos que crecían apartados de sus padres por los viajes y las carreras. “Lo veíamos más en los titulares de los periódicos que en la propia casa”: Juan Pablo

En ese año 84 Pablo fue pieza clave en el Título que obtuvo “Pacho” Rodríguez en el Dauphiné Liberé. Esta dupla fue contratada por el EquipoBelga Splendor con el que los dos colombianos corrieron el primer Tour de Francia.  En el 85 se consolida como Equipo profesional, el Café de Colombia y Pablo regresa al país para formar parte de la escuadra que a mediados de los 80´s cambió la historia de nuestro país, la llamada “Época Dorada del Ciclismo” con Lucho Herrera y Fabio Parra como protagonistas.

De su paso por el Team Splendor le quedó experiencia, recorrido en Europa y una bicicleta que aun conservan en su casa como recuerdo, la misma en la que Juan Pablo comenzó a dar sus primeras pedaladas.

El 87 fue su año al ganarle a Lucho la Vuelta Colombia,  pero el 91 fue excepcional: ganó Vuelta a Colombia y Clásico RCN frente a nuevos rivales Ángel Yesid Camargo, José Casteblanco y los favoritos de siempre  Fabio Parra y  Lucho Herrera.

Ese es el primer recuerdo que vagamente tiene Juan Pablo de haber subido a un Podium, acompañando a su papá a recibir el título de Campeón del Clásico. En ese momento era la sensación, los medios lo asedian, ocupaba la primera plana de los titulares y fue invitado de honor a la Casa de Nariño a entregarle la camiseta de ganador al Presidente Cesar Gaviria.

En el 93 corriendo para Gaseosas Glasial, con 38 años y aun con mucha condición física anunció su retiro. Los patrocinios empezaron a decaer porque los medios de comunicación en Colombia dejaron de darle importancia al ciclismo y las empresas dejaron de invertir en este deporte.  Lo mismo hicieron Gustavo, Ricardo y Marco quién murió en el 2003.

Cada uno busco que hace con lo que había ganado del ciclismo,  para Pablo no fue fácil, estuvo 5 años sin montar y no había quién le aguantara el mal genio.  Le hacía falta correr así que aceptó la invitación que le hizo un amigo y se vinculó a la Seniors Master.  Allí fue como volver a los inicios donde no había rival que lo pudiera superar.

Sus hijos Juan Pablo y Norberto comenzaron acompañarlo a las carreras y de la categoría recreativa comenzaron a surgir

Con el paso de los años la familia va creciendo y la herencia Wilches es inevitable, los chiquitines empiezan a dar sus primeras pedaladas y es ahí donde surge la idea de crear la Fundación Wilches la cual soporta todo el proyecto del Team Wilches. La base es trabajar enfamilia por formar ciclistas de las categorías inferiores y darle la oportunidad a corredores profesionales que no cuenta con equipo para competir. El Team Wilches en Colombia es el primer equipo que asume los gastos parafiscales de cada corredor, todos están cubiertos por un seguro médico y un sueldo. Puede sonar muy básico pero en este país los corredores con tal de tener una oportunidad en un equipo, corren a cambio de nada solo por el uniforme y la inscripción para la carrera.

Los Wilches hijos conocen de esta problemática y lo que menos quieren es seguir fomentando la explotación laboral, saben que si el corredor está bien económicamente, anímicamente va estar mejor y esto se verá reflejado en su rendimiento físico de cada día.

Con esa visión de equipo y organización sin animo de lucro Sport Plus Health le apuesta a apoyar al Team Wilches con el patrocinio de la plataforma tecnológica SPH Cycling Training  la cuál le permite a entrenadores y cuerpo médico del equito monitorear en línea y simultáneamente a los 14 corredores del equipo. De igual forma a través de la Aplicación podrán programar sus sesiones de entrenamiento, tener acompañamiento virtual desde el celular y sistematizar todo el proceso de formación en las categorías inferiores.pablo wILCHES