Pacho Rodríguez
Por: Martín Bayona
Francisco Rodríguez Maldonado más conocido como Pacho Rodríguez es un exciclista colombiano, profesional entre los años 1984 y 1991
Francisco Rodríguez Maldonado (Duitama, Boyacá, Colombia; 28 de mayo de 1960) más conocido como Pacho Rodríguez es un exciclista colombiano, profesional entre los años 1984 y 1991.
Su mayor logro deportivo fue el tercer lugar obtenido en la Vuelta a España 1985,1 con lo cual se convirtió en el primer ciclista latinoamericano y colombiano en lograr un podio el alguna de las tres Grandes Vueltas. En esa misma edición también ganó 2 etapas y quedó tercero en la clasificación de la montaña.
En el circuito nacional se destacó su segundo lugar en la Vuelta a Colombia 1984, así como la victoria en el Clásico RCN 1985.
La historia de esa inolvidable Vuelta a España y un significado especial pues a partir de allí el ciclismo colombiano siguió mostrando al mundo su impresionante crecimiento, progreso y futuro, con varias generaciones dotadas de talento, clase, valor a toda prueba y deseos infinitos de triunfar, a la espera solamente de aprovechar las oportunidades y esperando el momento para buscar la consagración definitiva.
No fue una celebración, más bien supo a poco por lo cerca que estuvo la victoria. La hoy condesa Philippa York (entonces Robert Millar) estaba a solo segundos y por delante se alzaba en la penúltima jornada un recorrido de gran montaña con arribo a Palazuelos de Eresma.
Francisco “Pacho” Rodríguez había llegado ese año al equipo español ZOR como flamante fichaje tras su espectacular actuación en el Dauphiné Liberé de 1984 donde fue líder hasta que una tendinitis lo sacó de la carrera y en esa memorable Vuelta a España de 1985 había ganado dos etapas consecutivas en Andorra y llegaba a la jornada definitiva luchando el título por mínimas diferencias con Millar.
La historia dice que todo el pelotón, formado por equipos mayoritariamente españoles, se confabuló para que uno de los suyos se llevará la victoria pero lo cierto es que Pedro “Perico” Delgado, por entonces un joven y prometedor corredor del equipo Reynolds, estaba a mas de seis minutos y se jugó entero en las carreteras segovianas donde desde niño se había formado para llegara la cumbre ciclística mundial.
Delgado los sorprendió a todos, incluido a Pacho Rodríguez, con su ataque en el descenso de Navacerrada y tras recoger a José Recio (Kelme) que marchaba escapado por delante se presentó en la meta con mas de siete minutos en el bolsillo lo que le significó un título que en la previa parecía imposible. Los medios británicos la bautizaron “The Stolen Vuelta” (La Vuelta robada) y denunciaron comportamiento antideportivo de los equipos españoles en contra de Millar.
Los medios colombianos también rumiaron la increíble derrota pues contaban con por lo menos celebrar al otro día en Salamanca el subcampeonato que en cuestión de una etapa pasó a ser el tercer cajón de un podio del que se alcanzó a acariciar el primer lugar.
La última etapa fue de caras largas británicas pero no colombianas, pues digerida la derrota se pasó a celebrar el primer podio de un escarabajo en una de las tres grandes vueltas por etapas del calendario mundial. La hazaña de “Pacho” Rodríguez demostraba además que era posible soñar ya no con victorias de etapa, ni camisetas de la montaña, sino con los trofeos de campeón, pues Rodríguez se batió a lo largo de las 19 etapas como un verdadero león, en todos los climas y carreteras ante los grandes nombres de la época como Robert Millar, Sean Kelly, Faustino Rupérez, el propio Pedro Delgado y el gran favorito en la previa, Peio Ruiz Cabestany.
José Patrocinio Jiménez y Edgar “Condorito” Corredor habían bajado la bandera de los escarabajos en la ronda ibérica tan solo un año antes haciendo parte del Teka y para ese año de 1985 el Café de Colombia-Pilas Varta fue invitado a correr con un equipo de lujo integrado entre otros por: Luis Herrera, Fabio Parra, Antonio Agudelo, Pablo Wilches, Alfonso Flóres, Samuel Cabrera y Carlos Mario Jaramillo.
Por entonces La Vuelta se corría entre los meses de Abril y Mayo (23 al 12) y esa edición tuvo 19 etapas ininterrumpidas saliendo de Valladolid y terminando en Salamanca en lo que fue una cascada de éxitos de los escarabajos pues a la primera etapa de Colombia en una etapa de la Vuelta a España, cortesía de “Tomate” Agudelo en Alto Campoo, se sumaron las dos de Andorra de Pacho y el tercer cajón del podio final, más la camiseta blanca de mejor joven para un ya fenomenal Fabio Parra.
Las hazañas de Pacho Rodríguez en esa increíble temporada 1985 no pararon ahí, se bajó del podio de Salamanca directo al avión para iniciar tan solo dos días después el Clásico RCN “Bodas de Plata” y lo ganó en duelo sensacional frente a un ya famoso “Lucho” Herrera a quien derrotó en la etapa final con cronoescalada al Alto de Minas saliendo de Medellín.
La historia de esa inolvidable Vuelta a España tiene hoy 35 años y un significado especial pues a partir de allí el ciclismo colombiano siguió mostrando al mundo su impresionante crecimiento, progreso y futuro, con varias generaciones dotadas de talento, clase, valor a toda prueba y deseos infinitos de triunfar, a la espera solamente de aprovechar las oportunidades y esperando el momento para buscar la consagración definitiva.
El paso del tiempo permitió seguir brillando con luz propia en la Vuelta a España a los ya famosos escarabajos quienes dos años más tarde consiguieron en 1987 el primer título con Lucho Herrera y en 2016 volvieron a conseguirlo con Nairo Quintana, ya a la cabeza de la “generación diamante” que en la última década se apoderó de las más importantes competencias del ciclismo mundial, consiguiendo elevarse a la categoría de estrellas del deporte universal y llevando a su país a convertirse en potencia reconocida de este deporte en el planeta.
A Francisco Rodríguez le queda el inmenso honor, para su orgullo personal y profesional, de haber contribuido a abrir el camino de los podios en grandes vueltas. De demostrarse a si mismo y a varios de sus compatriotas que era posible soñar ya no solo con etapas, sino con camisetas amarillas, rosadas y doradas (hoy rojas) y lo más alto de los podios de París, Milán y Madrid.