El Día Internacional de la Mujer no es un día de celebraciones ni de felicitaciones ni tampoco una anécdota en el calendario que nos permite ser visibilizadas una vez al año. A pesar de los intentos neoliberalistas de apropiarse de esta fecha, el 8 de marzo sigue siendo un día para conmemorar la lucha feminista y para recordar también las reivindicaciones de todas aquellas que han defendido los derechos de las mujeres desde hace siglos. Porque ahora más que nunca, necesitamos un 8 de marzo amotinado ante los recortes, los flagrantes retrocesos en materia de igualdad y el ataque frontal del patriarcado desde los poderes públicos. Porque no nos podemos permitir ni un paso atrás.
El 8 de marzo es un día para recordar a Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft, a Christine de Pizan y a Émilie du Châtelet, a Sor Juana Inés de la Cruz y a Santa Teresa de Jesús, a Sojourner Truth y Emmeline Pankhurst, a Rita Mae Brown, Emma Goldman y Bell Hooks, a Iris Pavón y Clara Zetkin, a Adelita del Campo y Elizabeth Cady Stanton, a Marisela Escobedo y Betty Friedan, a Emilia Pardo Bazán y a Victoria Prieto… A Lilith, la primera que se opuso al orden patriarcal; a las que murieron en la hoguera acusadas de brujería en plena Edad Media para arrebatarles todo su saber; a las sufragistas que nos consiguieron el derecho a votar; a las obreras de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York; a todas las mujeres anónimas que trabajan cada día por un mundo más justo, igualitario y libre de violencia para las mujeres; a las supervivientes de violencia machista y a las que no lo consiguieron…
Este 8 de marzo es un día para conmemorar la lucha y para visibilizar el camino recorrido y el que nos queda todavía por recorrer en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Porque como dijo María José Urruzola, “la clave del triunfo feminista está en la paciencia revolucionaria”. Y aunque a veces la paciencia se tambalee, los pequeños y grandes logros nos hacen mantenernos firmes ante el machismo reaccionario.
Visibilizar las vidas de las mujeres en el cine, y en los medios de comunicación en general, es esencial para contravenir el discurso patriarcal dominante y romper con el predominio del protagonismo masculino en nuestras pantallas[1]. Si a esto añadimos el aumento de la representación de mujeres que no se correspondan con los estereotipos tradicionales que perpetúan la desigualdad y la discriminación y la creación de nuevos modelos de socialización de género, estaremos avanzando hacia una nueva cinematografía alejada de la típica mirada androcéntrica que no infrarrepresente ni oculte ni desvalorice a las mujeres.
Por eso, para seguir conmemorando el trabajo hecho, para seguir denunciando que aún nos enfrentamos a múltiples desigualdades y violencias, y para visibilizar el papel de las mujeres que protagonizan sus propias vidas de forma independiente y que luchan por un mundo mejor, quiero recomendar algunas películas y documentales para una velada de reflexión sobre la situación de las mujeres en el mundo o un cinefórum o una agradable tarde de sofá y manta…
El parte médico lo hizo oficial el Real Madrid en la noche de este miércoles. El 10 será operado.
James Rodríguez, centrocampista colombiano del Real Madrid, sufre una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho, según confirmó el parte médico publicado en la web oficial del conjunto madridista, será operado en las próximas horas y podría estar alejado de los terrenos de juego más de dos meses.
El jugador del equipo de Carlo Ancelotti tuvo que abandonar el partido ante el Sevilla en el minuto 25 tras sentir unas molestias y acercarse al banquillo para pedir la atención médica. Se quitó la bota y después de ser revisado por los galenos del club merengue, fue sustituido por Jesé Rodríguez.
Tras hacerse las pruebas médicas en un hospital, se comprobó la gravedad de su lesión, se perderá casi todo lo que queda de la Liga BBVA y podría reaparecer en el último tramo del campeonato o en las semifinales de la Liga de Campeones siempre que el Real Madrid las alcance.
Otros deportistas han sufrido lesiones similares y han tenido que parar en su profesión durante dos meses o más. Es el caso de Kevin Durant, jugador de baloncesto de los Oklahoma City Thunder de la NBA, que tuvo que pasar por el quirófano en octubre de 2014 con un pronóstico de ocho o más semanas para completar su curación.