El hombre ofrecía una corresponsal bancaria que fue utilizada por guerrilleros para extorsiones.
El servicio de corresponsal bancario que por años prestó Javier de Jesús Cadavid Palacio lo tiene purgando una pena de 23 años de prisión en la cárcel de Itagüí. Los dineros que le consignaban a su cuenta eran, según la justicia, fruto de extorsiones de los frentes de las Farc que delinquían en Nariño (Antioquia), aunque algunos guerrilleros afirman lo contrario.
Cadavid llegó a Puerto Venus, un corregimiento del citado municipio, a comienzos de los ochenta y montó un supermercado que fue creciendo con los años. Allí ofrecía la corresponsalía bancaria, para evitarles a los habitantes un viaje de cuatro horas hasta la cabecera de Nariño a retirar dinero.
“Él no les cobraba por eso, porque era un riesgo ir en día de paga hasta Nariño a retirar dinero y más en las épocas de las ‘pescas milagrosas’ ”, cuenta Mariela Toro, esposa de Cadavid.
La cuenta bancaria estaba a nombre de H y R, empresa de Medellín a la que Cadavid le compraba productos para surtir sus negocios en Puerto Venus. Con ese dinero se pagaban las mercancías adquiridas.
“Todos conocían el número de cuenta. De ese servicio también se enteraron los comandantes del frente 47 de las Farc que se aprovecharon para que allí se consignaran los dineros de las extorsiones”, asegura la esposa.
Las víctimas de las ‘vacunas’ eran ganaderos y comerciantes de los municipios caldenses de Pacora, Arboleda y Aguadas.
En ese entonces, uno de los jefes de ese frente era Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, el guerrillero que desertó de las filas de las Farc con la mano de su jefe, ‘Iván Ríos’, para demostrar que él lo había matado.
‘Rojas’, por intermedio de campesinos de la región, cobraba el dinero de las extorsiones, sin que, al parecer, Cadavid supiera del origen de esa plata.
Las investigaciones que se surtieron por las denuncias señalaron como auxiliador de la guerrilla a Cadavid, por lo que fue requerido por la Fiscalía de Manizales.
“En Aguadas varias personas fueron víctima de extorsiones por parte de miembros de las Farc, a quienes solicitaban gruesas sumas de dinero que debían ser consignadas a una cuenta corriente de la comercializadora H y R. El dinero de las extorsiones al final beneficiaban a la comercializadora Venus, cuyo representante legal era Javier Cadavid Palacio”, dice el expediente.
Por estos hechos, el comerciante fue condenado en el 2009 por el Juzgado Primero de Manizales a 23 años por extorsión y enriquecimiento ilícito. La condena fue ratificada por el Tribunal de esa misma ciudad, en enero del 2011.